Ver y Mirar la crisis [migratoria-económica-moral-social-política-vital-]

*Ver: 1. Percibir por los ojos los objetos mediante la acción de la luz. 2. Percibir algo con cualquier sentido o con la inteligencia.
*Mirar: 2. Observar las acciones de alguien. 4. Tener en cuenta, atender. 5. Pensar, juzgar. 6. Inquirir, buscar algo, informarse de ello.
*(Fuente: Diccionario de la lengua española de la RAE)


En nuestras modernas sociedades nos hemos acostumbrado a “simplificar” todo aquello que implique un esfuerzo por conocer, saber, aprender…sobre un mundo y un entorno que cada vez se ha ampliado más y se ha tornado definitivamente global.
Así, para seguir toda la información que genera “el mundo glocal” de manera constante y en cantidades ingentes, la sociedad en conjunto parece haber optado por confiar en los medios de comunicación (con más medios, dicho sea de paso, tanto humanos como técnicos y más “cercanos” a los círculos de poder) no sólo para “ver” la actualidad (la de aquí y la de más allá), si no para “mirar” y descubrir sus “claves”. Opción que, lamentablemente, no parece ser la más adecuada si queremos aprender a relacionarnos con el mundo.

Así, desde hace unos meses asistimos atónit+s a la masiva llegada de refugiad+s e inmigrantes procedentes en su mayoría de Siria y Oriente Medio que, huyendo de la guerra, llegan a las puertas de la Europa “prometida” en número desconocido hasta ahora. Todos los días somos “testigos” de la terrible odisea de est+s refugiad+s y las penurias y miserias a las que se ven abocados; entre otros motivos, por la hipocresía, el inmovilismo, la intransigencia o la xenofobia de l+s dirigentes europe+s. Desgraciadamente, los medios de comunicación y su “imperiosa necesidad” de ofrecer un constante caudal de actualidad y “nuevas” informaciones, nos impiden detenernos a “mirar” con más atención dicho éxodo.

Por ejemplo, sabemos que la gran mayoría de dichos inmigrantes son sirios, pero hemos dejado de conocer las cifras o, al menos, la procedencia del constante flujo de refugiad+s y migrantes que la pobreza y las guerras en otras partes del mundo acercan hasta las fronteras de los países “ricos”. Supongo que los medios de comunicación entienden que est+s últim+s no conforman la “actualidad”.
Aun sabiendo que huyen del conflicto que desangra su país, los medios de comunicación parecen haber olvidado que la procedencia “de facto” de dichos refugiad+s no es precisamente Siria, si no los campos de refugiados situados principalmente en Turquía y de los que, por arte de magia, parecen haber podido salir tras años de férreo confinamiento.

Si bien hasta ahora parecía que huían de la guerra civil entre el tirano Al Assad y sus secuaces y l+s partidari+s de una Siria “democrática”, el conflicto parece estar ahora entre el primero y los hijos de p*** del EI o ISIS; aunque esto no es definitivo, ya que todo depende de los intereses de las potencias occidentales y árabes en la zona, los cuales siempre intuimos pero de los que no parecen querer informarnos.
De hecho, me atrevería a decir que carecemos de imágenes del conflicto “actual” y desconocemos, por ejemplo, la suerte de l+s combatientes kurd+s y de la región autónoma de Rojava, l+s únic+s que están plantando cara a la armada teocracia del ISIS, además de dar un ejemplo al mundo de lo que se puede hacer y “construir” desde una democracia participativa y sin el “peso” de élites y jerarquías. Es el de los kurdos, dicho sea de paso, un tema que nunca ha “gustado” tratar a los medios de comunicación.

También conocemos la suerte individual de alguno de est+s refugiad+s que han tenido la “fortuna” de poder contar con la solidaridad internacional, como el final feliz de la odisea de Osama AbdulMohsen. Sin embargo, desconocemos no sólo el destino de tant+s otr+s compatriotas de Osama, si no también de los miles de refugiad+s que, ya antes de la actual crisis migratoria, vagaban por las ciudades europeas o formaban improvisados campamentos en estaciones de tren o en las periferias de las capitales.

En cualquier caso, la denominada “crisis migratoria” parece haber desplazado de los focos, casi de manera definitiva, la odisea que cada día siguen padeciendo millones de ciudadan+s europe+s (con papeles o sin ellos) tratando de sobrevivir en la Europa del capital, de la hipocresía, de la imposición del pensamiento único y las míseras oportunidades. 
Entiendo que el éxodo que están provocando las guerras en Oriente Medio atraiga la mayor de las atenciones; pero, si nos dedicamos a “ver” solo a través de los medios de comunicación, corremos el serio riesgo de dejar de “mirar”, tanto a nuestro entorno más cercano como al otro lado del mundo, y terminamos por volver invisible todo aquello que no conforme la “actualidad informativa”.






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