Hace unos días, al poco de iniciarse el confinamiento forzoso de la ciudadanía tras la declaración del Estado de Alarma por parte de este país, escuchaba atónito las declaraciones de un “sin techo” cuando, al ser preguntado por un “intrépido reportero” de la televisión pública vasca si la policía le había interpelado a no quedarse en la calle, éste solo pudo responderle: “¿A qué casa? Si vivo en la calle...”
Por primera vez desde esta emergencia sanitaria alguien empezaba a darse cuenta de que, toda esa gente que permanecía en la calle tras la llamada a quedarse en casa para evitar la propagación del Covid-19, simplemente no tenía esa “posibilidad”.
Desde entonces, hemos leído y escuchado noticias sobre “espacios habilitados” para acoger, en verdad confinar, a la población sin hogar y evitar que permanezcan en las calles y puedan contagiarse o propagar el coronavirus.
Una vez, ojalá, termine esta crisis sanitaria, ya les “dejaran” volver a la calle; supongo que ante la indiferencia habitual.
Escucho/leo a escritor+s, analistas, periodistas, sociólog+s y filósof+s entre otr+s much+s que, desde el inicio de esta crisis humanitaria, abogan por un cambio de “sistema”, por un cambio necesario que nos lleve desde el abismo al que nos ha empujado el neoliberalismo hacia un sistema, sobretodo político, que priorice la salud y los cuidados por encima de la economía, que proteja “la vida” y no los beneficios económicos, a dejar atrás el capitalismo y optar por una organización política y económica de la vida que favorezca a tod+s y no solo al 1% mas rico y poderoso de la población mundial. Y, ni que decir tiene, que evite la crisis ecológica en la que llevamos ya demasiado tiempo inmersos.
Tiene lógica pensar que, al darnos cuenta en estos momentos de que lo mas, lo único importante, es la salud y el bienestar de tod+s, nos demos cuenta de una maldita vez que no podemos priorizar “el capital”; y, así, sentar las bases de una sociedad mas justa e igualitaria, encaminada a conseguir el bienestar de tod+s.
Eso dice “la lógica”.
“L+s que mandan” nos dicen, sin embargo, que “las cosas son mas complicadas que todo eso” y que lo primero es salvar al mayor número de personas y superar la crisis (por supuesto, faltaría mas), y al mismo tiempo salvaguardar la economía, porque una vez superada la crisis, tod+s, sin excepción, tendremos que volver a echar cuentas para pagar la casa, la comida, la ropa, la luz, la gasolina...a fin de cuentas, la vida (porque no os olvidéis que pagamos por existir) que tanto nos cuesta.
Y l+s sin techo podrán volver a ocupar las calles.
Las imágenes (excepto la última, mucho mas reciente) que acompañan estas líneas han formado parte de diferentes proyectos en los que he estado trabajando esta última década y que giran en torno al derecho a la ciudad, la denuncia del discurso del poder y la justicia social.
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